Centre Cultural i Torre Racef d'Almussafes

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Vicent García Castillo

Eixida nº 19, dissabte 1 d’abril de 2000
Guia: José Mª Bullón (Gestor del Centre Cultural) i Mª Àngels Bonafé (Universitat de València)


El día 25 del pasado febrero y dentro de los actos conmemorativos del 750 aniversario de la Carta Puebla de Almussafes, se procedió a la inauguración oficial de la restauración de la torre de Racef, ubicada en el centro urbano de la población.
La oportunidad de poder visitar el interior de dicha torre y poder llegar hasta las almenas, es el motivo de esta expedición al pueblo mencionado.
Al llegar nos reciben a la entrada de la Casa de la Cultura, el gestor del Centro José Mª Bullón Torres, el concejal del M. I. Ayuntamiento Antonio Genís Sales que figura al frente del Departamento de Cultura y María Angeles Martí Bonafé, doctora en Historia, arqueóloga y profesora de Historia del Arte de la Universitat de València.
La hospitalidad de que hace gala esta población, se puso una vez más de manifiesto en la afable acogida de sus representantes, los cuales, luego de las presentaciones correspondientes, compartieron con nosotros el almuerzo que nos habían preparado en los mismos locales, dando ocasión para compartir unos agradables momentos e intercambiar opiniones muy positivas en el aspecto cultural.
Luego de saborear una taza de buen café, hicimos un recorrido por las magníficas instalaciones y dependencias de dicho Centro, visitando especialmente la biblioteca, las salas de exposiciones, los talleres de arte, etc. etc. y finalmente el grandioso salón que acogerá estos días la VIII Trobada Internacional de Mags, durante el cual, el Gestor Sr. Bullón nos fue explicando atentamente las actividades que se desarrollan y los proyectos para el futuro, obsequiándonos con algunas publicaciones y un folleto sobre la torre que íbamos a visitar.
A seguido salimos a la calle y luego de atravesar el magnífico parque central y cruzar algunas callejuelas que aún conservan el sabor de la población antigua, pues la mayoría de ellas se hallan transformadas por la influencia de la instalación de la cercana factoría FORD ESPAÑA S.A. llegamos a la torre. Se halla rodeada de césped, frente al templo parroquial, totalmente aislada y según nos informan nuestros cicerones, somos nosotros el primer grupo que la visita luego de su reciente restauración.
Aquí hemos de significar que Mª Angeles Martí, que ha nacido en esta Villa, supo satisfacer cumplidamente la curiosidad y el interés que siempre suelen despertar las visitas a estos monumentos históricos, explicando los planos de restauración, descripción de los varios paneles distribuidos en el recorrido por el interior y contestando a cuantas preguntas se le formulaban al respecto, con la amabilidad y maestría que les son peculiares. Incluso hubo un momento en que la explicación se hizo más y más interesante, ante la intervención de alguno de los nuestros, también entendido en la materia.
Desde la plataforma que corona el edificio y asomándonos entre las almenas, pudimos gozar de bellísimas panorámicas, divisando las torres vecinas que aún subsisten en Benifaió y Espioca y, añorando el no poder contemplar las nuestras de Sollana, Trullàs y Rafalcadí, hoy desaparecidas, y que en otros tiempos se correspondían en la vigilancia y defensa de estos lugares.
Las montañas que forman el hemiciclo del Almaguer, el lago de la Albufera, el mar... Y cerca de nosotros Sollana, rodeada de sus campos tranquilos y apacibles, casi al alcance de la mano... En fin, fueron unos momentos de contemplación gratos e inolvidables.
De nuevo sobre el césped al pie de la torre, miramos el reloj del campanario que ya señala una hora avanzada para el regreso a nuestros hogares.
¡Qué veloz pasa el tiempo, sobre todo en momentos de satisfacción y sana complacencia! Porque la visita de hoy a nuestro vecino pueblo ha sido muy feliz, una verdadera gozada.
Obsequiamos a nuestros ya amigos cicerones, con unas publicaciones de Sollana, no sin antes manifestarles nuestra simpatía y gratitud por la cordial acogida y agradable compañía, de todo lo cual guardaremos un recuerdo imborrable.

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